
Gracias, Vida, por darme una jornada de 24 horas, por traerme -como mínimo- 24 lecciones más. Gracias por darme la conciencia de que el día de ayer me trajo informaciones que HOY puedo usar o dejar fuera.Y gracias, por encima de todo, por probarme cada día que el mañana, es algo que está fuera de mi control, no pudiendo ser blanco de flecha de preocupación que ciertamente se perdería. Gracias, Vida, por enseñarme HOY que aún no existe el futuro, que ya no existe lo pasado,y que yo sólo puedo actuar en el momento presente, confiando a las manos de Dios todo lo que para mí fue planeado!
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