La generosidad de una persona que vive en amor como forma de vida, es dar tu atención, tiempo, habilidades, dinero y compasión de forma libre y gratuita a otros. Una persona que vive en amor es una persona generosa. Salirte de tu agenda y programación del día, para dar tu tiempo a otros es ser generoso. Escuchar a un amigo que necesita un oído en qué desahogarse, aún cuando tienes cuchumil cosas que hacer, es ser generoso. Quedarte en cama jugando con tu hij@ aún sabiendo que si tardas 15 minutos más en salir el tapón estará en sus buenas, es ser generoso. Facilitarle a la persona que está delante de tí en la caja del super los $20 que necesita para completar su comprita, es ser generoso. Enseñar a alguien a usar un programa de computadora que tú sabes utilizar bien, es ser generoso.
Los ejemplos sobran. Estoy segura de que cada quien tendrá una lista interminable de recuerdos en los cuales se manifestó generosamente. Ojalá sea este nuestro lema de vida: darnos y donarnos a otros en servicio con nuestros talentos, nuestro tiempo, nuestros medios y recursos, en fin, con todo nuestro ser. Y cuando decimos ‘a otros’ no tenemos que irnos demasiado lejos: el prójimo es el que te queda próximo. Es tu pareja, son tus hijos, tus padres, las personas que te asisten en el hogar o la oficina, es el guardián de la casa de enfrente que se pasa el día mirando el portón de la tuya. Es el conserje del edificio, es la muchacha del sálón, es el empacador del super.
Cómo serían nuestras relaciones y nuestra vida misma si:
*mostrásemos a otros día a día que nos interesamos por su bienestar? por su salud? por su felicidad?
* utilizáramos nuestros dones y talentos para beneficiar a otros?
* nos preguntásemos ante cada circunstancia qué puedo dar de mí a esta otra persona para hacerle más feliz?
Vivir en generosidad no es fácil. Requiere de un desprendimiento constante y una negación contínua a nuestros propios quereres. Pero un corazón desprendido es un corazón que recibe mucho más de lo que entrega.
*mostrásemos a otros día a día que nos interesamos por su bienestar? por su salud? por su felicidad?
* utilizáramos nuestros dones y talentos para beneficiar a otros?
* nos preguntásemos ante cada circunstancia qué puedo dar de mí a esta otra persona para hacerle más feliz?
Vivir en generosidad no es fácil. Requiere de un desprendimiento constante y una negación contínua a nuestros propios quereres. Pero un corazón desprendido es un corazón que recibe mucho más de lo que entrega.
Anímate a ser generoso en este Nuevo Año 2009…
Libro: Love as a way of life
Autor: Dr. Gary Chapman
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